Los artesanos en este blog merecen un rincón, es gente de la que se aprende un montón y te dan pie a charlar con ellos, y claro, las fotos merecen la pena.
En nuestro viaje a Holanda, yo lo tenia claro, quería visitar una fábrica de elaboración de zuecos Holandeses, llamadme clásico pero es donde me lo paso bien, no solo haciendo las fotos sino llegando a los sitios, suelen ser sitios sin mucha gente (si hay mucha gente no me gusta tanto) y un poco escondidos.
Nuestra búsqueda empezó en Amsterdam, cogimos un bus desde la parte de atrás de Central Station el 316 dirección Volendam,( el precio del billete para 24 horas es de 13,50 es válido para metro, tranvía y bus de GVB) claro no teníamos ni idea de como llegar, así que terminamos en el centro de Volendam, pues a preguntar (dicen que soy cabezón, pero si quiero ir a los zuecos llegó).
Nos indicaron una fábrica de zuecos muy conocida, en la que había visitas guiadas por 30 €, pero que también se podían hacer por tu cuenta y no cobraban, la historia era coger el mismo bus 316 y decirle al conductor que nos avisara en la parada del Hotel Volendam (van der Valk) este hotel tiene un cartel inmenso con un tucán en el tejado, nos costó verlo, pues en la parada que nos bajamos, no había nada, bueno había alguna casa, a las que tuvimos que acercarnos para encontrar a algún paisano que nos indicará, siguiendo las indicaciones de estos a 10 minutos o menos, encontramos el hotel y a 5 minutos, nos chocamos con la fábrica, pero no era a la que íbamos .
El conductor del bus nos dijo que había otra fábrica más genuina, a pocos kilómetro de la que buscábamos y “tachan” era esa, genial.
Parecía cerrada, no había mucha vida, así que entramos por donde ponía entrada, lógico, pero, no había nadie, ni recepción, ni nada, cruzamos un largo pasillo y al final de este nos encontramos con Hans Bottelier, vestido con traje típico Holandés y con sus zuecos amarillos, estaba haciendo una demostración a tres personas de cómo se hacían los zuecos y ahí que nos quedamos.
Después de despedirse del anterior grupo, empezamos a charlar con el, chapurreaba un poco de español y era muy majo, nos hizo la demostración de cómo se hacen los zuecos y que los dueños se llamaban la familia Klomp, que traducido es la familia zueco, casualidades, pero realmente es su apellido.
Los zuecos están homologados por la Unión Europea como calzado de seguridad, de manera artesanal llegan a realizar hasta 7 pares al día (cada artesano).
Después de estar un buen rato con Hans, nos hizo una cata de quesos junto a algunos de su compañeros, que hablaban español y te reías un montón con ellos, merece la pena visitar esta fabrica, sus gentes son muy amables y lo bueno es que no te cobran por la visita, si quieres luego compras algo en la enorme tienda, pero sin compromiso.
Después fuimos andando hacia Volendam para visitar la isla de Marken y de camino encontramos la fábrica que en un principio queríamos ver, estaba llena de autobuses con mucha gente, demasiada, y veías al artesano detrás de una mampara gigante, nada interesante la verdad.
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Nos encantan los sitios así. Evidentemente también disfrutamos en un estadio de fútbol o tirados en un parque, pero en visitas como esta se pueden aprender un montón de cosas :D
visitando estadios de fútbol o tirados en un parque? suena raro, menos mal que visitó vuestro blog
ja,ja,ja