Hoy os voy a mostrar qué ver en Cuenca en un día con el fin de que puedas organizar tu posible escapada por la ciudad sin perderte ninguno de los lugares imprescindibles.
Indice
El nombre de Cuenca deriva del árabe “Qūnka o Kūnka” y fue registrado por primera vez en el año 784 durante la invasión musulmana, aunque se han hallado restos del Paleolítico en la zona.
Sin embargo, parece que Cuenca quedó deshabitada con la llegada de los romanos, de los que se conservan algunos restos en ciudades como Segóbriga, Ercávica o Valeria, y no fue hasta la invasión musulmana cuando aparece en los registros. Es entonces cuando se construyó la alcazaba “Qūnka”, donde hoy se encuentran los restos del castillo que podrás incluir en tus visitas cuando pienses en qué ver en Cuenca, que dio origen a la actual ciudad.
Tras la conquista por el rey Alfonso VIII en 1177 y la constitución del Fuero de Cuenca, la ciudad comenzó a crecer gracias a la industria textil y ganadera hasta el s.XVI, momento en el que diferentes epidemias como la de la peste en 1588, sequías y plagas, junto con el declive de la industria textil y ganadera, hacen que la ciudad vuelva a perder importancia, disminuyendo de manera crítica su población.
En 1833, la ciudad vuelve a coger relevancia al convertirse en la capital de la nueva provincia de Cuenca, pero no fue hasta 1883 cuando la ciudad comienza a recuperarse gracias a la llegada del tren desde Aranjuez, así como la apertura de varias serrerías. Ya entrado el s.XX, la ciudad vuelve a su esplendor con el auge e impulso del turismo al declarase, en 1963, “Paisaje Pintoresco”, y a la apertura del Museo de Arte Moderno Español y las Casas Colgadas.
El auge del turismo llega a su esplendor cuando en 1996 es declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco.
Si eres un amante de la historia sólo indicarte que se organizan tours por la ciudad para explicar en más detalle todo lo anterior, por lo que tenedlo en cuenta cuando estéis pensando en qué ver en Cuenca en un día.
Cuenca cuenta con un casco histórico muy bien conservado en el que podréis disfrutar además de un espléndido mirador sobre la hoces de los ríos Júcar y Huécar, a tener en cuenta cuando estéis pensando en qué ver en Cuenca.
Subiendo por la ciudad nueva os recomiendo dejar el coche antes de llegar al Parador de Cuenca, levantado sobre el antiguo Convento de San Pablo del s.XVI, en donde encontraréis un gran parking. Desde aquí podéis subir ya andando a la ciudad antigua que está a unos 5 minutillos, eso sí cuesta arriba. Otra opción es aparcar el coche dentro de la ciudad antigua en la parte del Castillo.
Según subáis andando, lo primero que os encontraréis incluso antes de llegar al Puente de San Pablo, será las espléndidas vistas de la Hoz del río Huécar con las famosas Casas Colgadas que no colgantes, como dicen muchos de, al menos, el siglo XV.
Ya os digo de antemano que no esperéis una multitud de Casas Colgadas, ya que actualmente sólo hay tres. Una es un mesón, y en las otras dos está el Museo de Arte Abstracto Español, que no deberíais perderos cuando penséis en qué ver en Cuenca. La verdad, es que yo esperaba bastante más, y luego me llevé una pequeña decepción cuando vi lo que había.
Para subir a la parte antigua de la ciudad pasaréis por el puente de San Pablo, reconstruido en 1902 con hierro y madera tras el desplome del antiguo puente de piedra. Os aviso que puede dar algo de acrofobia ya que alguno de los tablones de madera no están precisamente en muy buen estado.
Entre los diferentes lugares qué ver en Cuenca y continuando subiendo, os encontraréis con la Plaza Mayor.
La Plaza Mayor, de forma triangular, actualmente es un hervidero de turistas no sólo por las terracillas que podréis encontrar o el tren turístico que también podréis coger sino, también, por encontrarse en la misma la Catedral, la Casa Consistorial, el Ayuntamiento, y el Convento de las Petras.
La Catedral de Cuenca es un imprescindible cuando estéis pensando en qué ver en Cuenca en un día, algo que os recomiendo no perderos no sólo su exterior sino, también, la visita al interior.
La catedral, de estilo gótico, comenzó a construirse en el siglo XII, sobre la antigua mezquita existente de la época musulmana, finalizando su construcción en 1271, con una gran variedad de elementos que muestran la transición del románico al gótico.
En el interior de la Catedral os encontraréis con una planta central en forma de cruz latina y varias capillas laterales que se construyeron a partir del s.XVI y, entre las que destaca, la de los Apóstoles, y la del Espíritu Santo o capilla de los Caballeros.
Destacan también las vidrieras, algunas de las cuáles han sido realizadas, en sustitución a aquellas vidrieras que faltaban, por artistas actuales como Gustavo Torner.
Cuando vayáis al claustro no os perdáis el arco renacentista de Esteban Jamete. Además, es importante que tengáis en cuenta que la Torre original del Giraldillo se derrumbó en 1902 dañando toda la fachada, momento en el cual, se construyó la actual fachada neogótica.
Al lado de la Catedral encontraréis el Palacio Episcopal en donde se halla el Museo Diocesano.
Para continuar la ruta de qué ver en Cuenca, tendréis dos opciones, subir en el trenecillo hacia la parte alta de la ciudad y tomar algo en cualquier bar que podréis encontrar en las ruinas del Castillo, antigua alcazaba, o coger fuerzas en cualquier bar cercano a la plaza y, posteriormente, perderse por la ciudad para llegar a la plaza de Mangana, situado en el solar del antiguo alcázar.
Esta plaza fue el barrio mudéjar y posterior judería durante la época y, actualmente, alberga la Torre de Mangana y el Monumento a la Constitución de Gustavo Torner.
Toda esta zona se está intentando integrar en un museo que albergue los restos del antiguo alcázar, de la sinagoga y de la iglesia de Santa María de Gracia, ya veremos cómo queda en un futuro je, je, je.
Subiendo de nuevo hacia la plaza os encontraréis con varios puntos que podéis incluir cuando penséis en qué hacer y en qué ver en Cuenca como la Iglesia de San Miguel, la de San Nicolás, etc, o, ya en la plaza o algo más alejados, algunos museos como el de Arte Abstracto Español situado en las Casas Colgadas, el Espacio Torner, el museo de Semana Santa, el de las Ciencias de Castilla-La Mancha o el Diocesano de Arte religioso.
Destaca también las vistas a la Hoz del río Júcar con el puente de San Antón.
A la hora de coger fuerzas cuando penséis en qué comer en Cuenca os recomiendo que no os perdáis el típico morteruelo y el ajoarriero, típicos de esta zona.
Desde Madrid tenéis varias opciones para llegar a Cuenca, desde tours directos por unos 60€, alguno de los cuáles incluyen también comida o visita a la ciudad Encantada , hasta ir en tren o en coche.
En coche tardaréis algo menos de 2 horas, por lo que puede ser una buena escapada para un fin de semana. Si optáis en ir en tren, desde Atocha salen trenes que en unas 3h os dejaran en la ciudad por unos 15 euros.
Indicaros que si tenéis tiempo, y seguís pensando en qué visitar en Cuenca, podéis también incluir alguno de los tours para ver la parte subterránea de la ciudad antigua. Ésta destaca por sus numerosos túneles de los que se comenta que fueron desde refugios durante la guerra civil hasta escenarios de crímenes, encuentros amorosos no permitidos o prácticas exotéricas. ¿Te atreves a incluirlo cuando pienses en qué ver en Cuenca en un día?.
Deciros, además, que si sois amantes del manga y os ha gustado los lugares que os comento qué ver en Cuenca, seguro disfrutaréis viendo la serie “Sonido del cielo” que está inspirada en la ciudad, je, je, je.
Localización Google maps Cuenca
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