Marken, una pequeña isla tranquila, muy cerca de Volendam. Se puede ir en coche o bus, pero yo preferí ir en barco. Te voy a contar en 10 fotos mi experiencia. Una tarde de relax, para observar y relajarte en Holanda.
Aunque parezca por las fotos que el día era soleado, no fue así, llovió bastante, pero tuve suerte, al final abrió con la correspondiente buena luz que buscamos los fotógrafos.
Ir a Volendam y Marken es una escapada de un día, para salir del ajetreo de la gran ciudad que es Amsterdam, que merece la pena. A mí me apetecía más Marken, la verdad, las islas me atraen, no se por qué.
El día anterior planeamos una jornada fuera de Amsterdam. Por la mañana nos propusimos buscar una fábrica de zuecos en los alrededores de Volendam (más información en el enlace asociado a “fábrica de zuecos”) y, por la tarde visitar Marken. Todo muy tranquilo, sin prisas, la verdad, como tiene que ser un viaje.
Cuando llegamos a Volendam para coger el barco a Marken, se veía mucha gente que subía y bajaba, y me temía que la isla estuviera a rebosar de turistas.
Cual fue mi sorpresa, que cuando me subí yo, apenas éramos 6 personas, sin contar la tripulación. Claro, la historia era fácil, cada hora sale un barco y éste era de los últimos y la gente, como norma general, quiere estar más tiempo en los sitios y no se arriesga. Así, se ve que la mayoría de la gente debió haber cogido uno de los barcos de primera hora para no perderlo y poder aprovechar más tiempo para recorrer y visitar Marken, mientras que nosotros nos arriesgamos con éste de última hora.
Después de cuarenta minutos, en un viaje muy tranquilo, llegamos a Marken, una isla muy pequeña y de postal.
La idea era pasear por el pueblo y ver alguna tienda. Además, llegamos a visitar a otro artesano de zuecos, pero era muy para turistas y, la verdad, no merecía la pena. También pensamos en ir hasta el faro pero nos comentaron que se tardaba unos 40 minutos de ida y otros de vuelta, por lo que eran casi dos horas y cabía la posibilidad de perder el barco de regreso a Volendam. Por si acaso, miramos donde dormir en Marken, pero era caro, por lo menos, lo que encontramos y, finalmente, no quisimos arriesgarnos.
En esta isla se tiene que vivir tranquilo, no se si este señor estaba trabajando con la excavadora y decidió dejar de trabajar y ponerse a pescar, pero me gusta pensar que sí.
Pienso, que como más se disfruta de un sitio es sentándose en su plaza, tomarse algo y ver pasar la vida. Pues eso hice, una cervecita y ¡ a observar !.
Esta muchacha, trabajaba en la tienda que estaba justo a mi derecha, pero como ya se hacía tarde estaba recogiendo todo lo que tenía en el exterior de la tienda.
Y, al final, regresamos en el último barco rumbo a Volendam. Esta vez había un niño que iba solo con todo lo necesario, sus zuecos holandeses y su gorra de capitán. Sus padres le recibieron en el puerto de Volendam y él más feliz que todas las cosas después de su aventura en solitario.
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Muy bonito el post,
me quedo con el señor pescando frente a su casa junto al tractor.
Una maravilla !!!!
Saludos
Gracias Antonio.